Flow (2024, Gints Zilbalodis)


Vista en el Festival 39º de Mar del Plata.

Segundo largometraje animado del director litón Gints Zilbalodis, el cual tiene un compendio de cortometrajes también animados en su haber, nos trae Flow (Straume, 2024), la historia de un gato que, luego de una inundación enorme en un bosque, queda a merced y solo; en un universo cuasi apocalíptico.

Con una dirección artística y una animación única, el director nos conduce en la historia de este gatito con el cuál es imposible no empatizar, con una sensibilidad pocas veces vista que apela a la conexión emocional del espectador, con un mundo difícil de entender siendo un humano pero que, como cualquier obra bien lograda, nos transformamos un rato en sus personajes.

A través de la aventura que enfrenta nuestro protagonista de cuatro patas a bordo de un barco que con mucho esfuerzo puede abordar y con la suerte siempre de su lado, se va encontrando con un variopinto grupo de especies: un castor, un perro, una suricata, entre otros animales. Casi cómo si fuera un grupo musical de jazz, cada uno tiene su propio instrumento de comunicación, y no comparten ningún tipo de relación más que la convivencia forzada por las circunstancias, lo que convierte a la película en una posible alegoría social y en un relato universal.

Un viaje extraordinario y con algunos toques mágicos que conviven orgánicamente con el verosímil construido, Flow no escatima recursos narrativos y es cruel cuando debe serlo y amable cuando le toca; convirtiendo así a su director Gints Zilbalodis en un autor muy interesante, y para seguir sus trabajos a futuro.

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